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• Octubre, 2024

Siempre estaremos muy, muy agradecidos de las chicas (Jessica, Mayra, Lily, Ale, Glenda) y la propietaria, la Sra Marissa del gran cuidado que le dieron a nuestra querida amada madre, mejor conocida como Norita, en sus últimos y mas felices cinco meses de su existencia.

Durante su corto tiempo en la Residencia Geriátrica España, atendieron a mi madre con mucha compasión, cariño y respeto. Siempre fueron atentas  con sus necesidades alimenticias y médicas. 

Mi madre disfruto de las visitas semanales de las catequistas de la Iglesia Santa Marta.

Me agradaba mucho que la Sra. Marissa, junto con las muchachas fueron muy transparentes y profesionales comunicando las condiciones de mi madre.

El cuidado, el ambiente y, y energía positiva del Residencial nos ha dejado con una inmensa gratitud que no hay palabras para expresar el esfuerzo agradecido por todo lo que hicieron. 

Cariñosamente la Familia Lew Chin

• Julio 12, 2023

Deseamos expresar nuestra profunda gratitud hacia Marissa y a su equipo por la bondad con la que cuidaron a nuestra madre hasta sus últimos momentos, los cuidados, la dedicación y el cariño que recibió del equipo, le extendieron la vida hasta casi los cien años.

Tomar la decision de buscar un lugar donde nuestra mamá pudiera recibir la atención que no estábamos en capacidad de darle fue un paso muy difícil. Lo primero fue admitir que no podíamos cuidar a mamá en casa y que una cuidadora, además de no estar entrenada adecuadamente, por mas buena voluntad que tuviera, requería de supervisión estrecha, permanente y constante. Luego de visitar un buen número de geriátricos que expresaron tener capacidad para atender a mamá , quien ya mostraba signos de demencia senil, nos sentimos angustiados pues cada instalación resultó ser muy diferente a lo que  anunciaban o nos informaban por teléfono. Lo que tenían en común era el ambiente frio y el trato impersonal hacia los residentes. 

El día que nos comunicamos con Marissa desde los Estados Unidos , ella ni siquiera nos pidió un deposito; simplemente, nos dio su palabra de que iba a guardarnos el cupo para mamá. Desde la primera visita a la Residencia Geriátrica España , supimos que mamá iba a estar bien pues dentro de sus paredes respiramos humanidad y compasión. Nos impresionó ver a las residentes sentadas en sus sillones cómodos en la sala, algunas conversando, otras leyendo, unas dormitando pero no estaban encamadas. Vimos los juegos con los cuales les estimulaban las capacidades mentales y cognitivas a las residentes y nos percatamos de que también se les atendía sus necesidades espirituales con la visita semanal de las religiosas de la Iglesia Santa Marta.

En cada visita, Marissa nos recibió con una sonrisa y nos contagió con su optimismo no importa las circunstancias que estuviéramos viviendo con la salud de mamá. Ella y su equipo nos enseñaron a sobrevivir la crisis de la enfermedad de mamá y nos mantenía informados  del mas mínimo cambio que se operaba en mamá, lo cual evidenciaba la atención estrecha que le daba su equipo  entrenado al realizar su labor con paciencia, dedicación y buena voluntad.  Compartimos breves momentos de alegría y otros de tristeza a medida que su edad avanzó  Durante todos los años que mamá estuvo en la Residencia Geriátrica España, el trato que le dieron fue siempre respetuoso y comprensivo. No existen palabras para expresar nuestro eterno agradecimiento. Marissa y su equipo son ángeles que deben estar llegando ya al Cielo pues cada día, con el amor que le dan a las residentes, se ganan un nuevo escalón. 

En el Residencial España donde estuvo mi madre por varios años, me reflejo siempre un lugar acogedor y limpio, brindando una muy buena asistencia en sus servicios y conocimiento por parte del personal. 

Es una Residencia muy organizada y siempre estableciendo prioridades. 

Entre sus actividades contaban con asistencia médica, visitas de familiares, actividades recreativas, manualidades, excursiones, apoyo de salón de belleza, asistencia de miembros de la Iglesia, celebraciones de cumpleaños entre otras y todas muy dinámicas. 

Entre las señoras compartían y reían... guardo  cantidad de recuerdos de mi madre siempre contenta. 

La propietaria, la Sra. Marissa, siempre me brindó su apoyo y atención de calidad. Reflejaba amor e interés en su trabajo hacia las pacientes y colaboradoras. Estaré siempre agradecida al Residencial España.

 Julio 12, 2021

Tomar la decisión de poner a nuestros padres en un Geriátrico es muy difícil, sobre todo para nosotros los hispanos. Cuando conocí al Residencial y a su personal quedé fascinada. Mi mamá padece de Alzheimer y dejarla sola a su libre albedrío era un no rotundo. Yo soy única hija y resido en USA desde hace 14 años. Gracias a Dios he encontrado en este lugar un hogar para mi mamá, donde es cuidada, querida, atendida y respetada. La Sra. Marissa y todo el personal son muy profesionales,  el cariño con que atienden a nuestros adultos mayores es digno de admiración. Muchas gracias le doy a Dios por haberlos puesto en mi camino.

 Febrero 5, 2014

Gracias Sra. Marissa y a todas las trabajadoras de la Residencia Geriátrica España por habernos recibido con manos abiertas  y con el deseo de darle el mejor servicio a nuestro papá Sr. Silvestre Ignacio Ng.

No hay palabras ni dinero que pueda pagar el amor, respeto y buena voluntad con que atendieron a mi papá. El ejemplo de ustedes contagia a los visitantes y residentes que están a su cargo, convirtiendo el Residencial en un oasis de amor, comprensión y servicio hacia el prójimo sin importar la edad, condición física o social.

Por esta labor que solo el Divino Maestro, y todo poderoso Dios puede encomendar y bendecir, les damos gracias. Familia Ng.  Abril 2016.

Residencial España ha sido una bendición para mi abuelita y una tranquilidad para nosotros. Siempre va más alla de nuestras expectativas  sobre el cuidado de los pacientes. La calidad de vida y el calor humano que ofrecen es inigualable. No hay otras personas más comprometidas con la atención de nuestros seres queridos que Marissa y el personal de Residencial España. Gracias infinitas.

Panamá 2015.